Muchos de nosotros hemos tenido o visto muchos problemas derivados de perforarse alguna zona del cuerpo con una pistola de hacer pendientes.
Como piercer con 13 años de experiencia me ha tocado muchas veces ver complicaciones serias derivadas de esta técnica y aunque parezca que es un método rápido, indoloro, higiénico y barato, nada mas lejos de la realidad y el ahorro de dinero a la larga puede salir caro.
La pistola de hacer pendientes se invento única y exclusivamente para perforar lóbulos, pero parece que esto no es un problema para las personas que lo realizan en cualquier zona del cuerpo, sin ningún tipo de preparación para prevenir problemas con este tipo de procedimiento.
El aparato ( pistola), esta compuesto de varias piezas plásticas y metálicas y produce y eso hace imposible su correcta esterilización, dando lugar a posibles contagios de enfermedades graves.
La manera que el pendiente entra en la piel es muy agresiva a presión y produce desgarros en los tejidos que van a provocar una incorrecta cicatrización.
Los materiales que se utilizan no son biocompatibles y muchas veces el cuerpo reacciona con alergias, infecciones, queloides, etc.
Tampoco se tienes en cuenta la medida del pendientes que se coloca no tiene la suficiente longitud para que cuando la zona se inflame no haya presión y muchas veces la pieza acaba incrustada en la herida.
A día de hoy la técnica de piercing está muy avanzada y un buen profesional dispone de los conocimientos necesarios para llevar a cabo una perforación minimizando las posibles complicaciones ya que se tiene mucha información sobre materiales, agujas, curaciones y asepsia son las idóneas.