Sabias que puedes cambiar el color del titanio y elegir el color que más te guste con un proceso de electrolisis del titanio que acelera la oxidación de este material lo cual produce un cambio de color sin que este cambie el brillo del titanio.

Aún así debemos siempre recordar que hay tres colores puros que nunca podemos conseguir con la oxidación del titanio, el negro, el rojo y el blanco son colores que no podemos conseguir por esta razón si hay quien te dice lo contrario no le creas es falso.

Este proceso ha sido utilizado en cantidad de sectores entre ellos todos conocemos los cambios de color que tienen las escamas de titanio que conforman la parte exterior del Museo Gugenheim en Bilbao.

Para realizar este proceso se introduce el pendiente de titanio en una sustancia química que a la hora de aplicar una corriente eléctrica hará que se acelere el proceso de oxidación, según el tiempo que el material permanezca en esta disolución conseguiremos una tonalidad diferente de los diferentes colores que se pueden conseguir con esta práctica.

Una vez el proceso ha finalizado secamos la disolución del pendiente y ya puede ser utilizado sin ningún peligro para su uso.